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CAMATA

Camata se encuentra en la jurisdicción del distrito de Torata se ubica entre los 2.858 y 3.057 m.s.n.m., a unos 10 kilómetros del pueblo (15 minutos por la carretera binacional), situado sobre una extensa zona agrícola de relieve irregular, en cuyo interior se distinguen sectores de diversa funcionalidad.

            Este sitio se encuentra unido por un tramo de camino inca con los sitios de Sabaya y Torata Alta, ubicándose en el trayecto pequeños poblados, así como andenerías tanto de la época inca como Estuquiña.

            El sitio presenta varios sectores claramente definidos por sus características estructurales como son: Camata Pueblo, Camata Tambo, cementerios, sector ceremonial, sector residencial, mirador, andenería y canales.

CAMATA PUEBLO

Ubicado hacia el noroeste del sitio arqueológico, sobre un montículo delimitado por la carretera binacional cuyo trazo afectó notoriamente la conformación original de este sector que actualmente cubre un área de aproximadamente 1.6 has. Estructuralmente esta conformado por edificios de uso público y doméstico levantados durante el periodo intermedio tardío y horizonte tardío.

            Como en la mayoría de los sitios de este periodo las construcciones están condicionadas a los relieves irregulares en los que se ubican (San Antonio, Pukari, Cerro Colorado, Cerro Arco, Capando); en Camata Pueblo existen 8 terrazas continuas que conforman la base sobre la cual se erigen los muros de contención y los muros divisorios, separados por caminos o calles perpendiculares orientados de norte a sur. Los muros de contención son de constitución robusta especialmente al norte y al oeste donde el declive es mayor y más elevado; los muros divisorios son de menor volumen dependiendo del relieve, siendo más delgados en la parte central.

CAMATA TAMBO

Ubicado también al noroeste del sitio arqueológico a 85 mts. hacia el sur de Camata Pueblo, ocupa una superficie aproximada de 1 ha., su función fue la de un tambo (albergue) inca, ocupado también durante la época colonial.

            Está conformada por 38 depósitos continuos ubicados al norte, este y sur del sector, su objetivo es de conservar frescas las cosechas.

            Los sectores de cementerios identificados incluyen la existencia de chullpas y tumbas soterradas, la andenería es abundante rodeando todo el complejo arqueológico y cuya extensión es mucho mayor a otros lugares cercanos, estos son irrigados por un amplio sistema de canales y reservorios.

            Su estado de conservación se encuentra en regulares condiciones. El hecho de estar alejado del poblado más cercano como Ilubaya, y de constituir un sitio de paso ha permitido salvaguardar gran parte de los restos.

            Pero a pesar de esta transitoria condición se ha observado el paulatino crecimiento de una de las principales actividades económicas realizadas por los lugareños; el pastoreo del ganado ovino y caprino que se viene dando intensamente hacia ya varios años, motivando la transformación de muchas de las estructuras y reutilizando los elementos líticos en la construcción de nuevos espacios para albergar el ganado; esto asociado al intemperismo de que son objeto las estructuras han provocado la lenta y paulatina destrucción de la arquitectura sobre todo del sitio inca de Camata Tambo.

            En el sector dentro de las andenerías en un lugar elevado y ventoso existe un conjunto de almacenes de productos agrícolas y posiblemente pecuarios que por su ubicación mantienen condiciones de temperatura óptimas para la conservación de alimentos.

            Otra de las causas que conllevó al estado actual, fue la ampliación y construcción de la carretera binacional en el año de 1.997 provocando el seccionamiento de estructuras echando los desmontes producto de la ampliación de la vía tapando con ello canales, andenes y varios segmentos del camino inca que cruza el sitio de Camata Pueblo.

            A esto tenemos que sumar los factores climáticos que junto a la contaminación ambiental provocan un efecto erosionador del medio.

            Se hace necesario un plano de delimitación de esta zona arqueológica, que permita su declaración como patrimonio cultural de la nación, para garantizar su intangibilidad y evitar su destrucción.

PAMPA COLORADA

Cerro Colorado es uno de los sitios Arqueológicos más importantes en el área; las terrazas agrícolas que se encuentran en este lugar son muy impresionantes. Sus paredes de retención se construyeron con piedras bien trabajadas y pircadas.

            Se realizaron importantes obras de canalización, bocatomas y drenaje; sobre todo se crearon terrazas agrícolas donde cultivaron sus productos como también ampliaron notablemente la superficie cultivable. Estos andenes, construidos en las laderas de los cerros, fueron ubicados cerca al complejo de Camata ya que compensaban las necesidades de consumo de estos.

            La construcción de la carretera binacional como el pastoreo ha ocasionado casi su total destrucción.

QUELE Y PARALAQUE

Quele y Paralaque se encuentra a 15 minutos del pueblo de Torata, subiendo por la carretera binacional, se ingresa por la trocha camino a Omate donde podemos observar sus verdes laderas.

            Es una apacible y tranquila localidad habitada por agricultores y ganaderos que se dedican al cultivo de sus tierras.

Esta ciudadela se encuentra en un pequeño cerro que se encuentra ubicado en el mismo centro del angosto valle de Quele. Sus terrazas habitacionales se encuentran en la misma cumbre, fue construido a base de piedra y barro.

            No presenta murallas defensivas como en otras ciudadelas del área, por la ciudadela recorre una acequia por donde circulaba agua que era el abastecimiento principal para la vida diaria de estos pobladores que habitaron en este lugar.

Sus antiguos pobladores cultivaron sus productos en las cimas de los cerros, quedando hoy como mudos testigos sus surcos y sus terrazas que un día surcaron las aguas que caían de la lluvia y bajaban por la quebrada de las alturas.

            En toda el área del valle se hallan cientos de hectáreas con terrazas agrícolas, asimismo terrazas habitacionales, vías de acceso y canales de irrigación que muestran el grado de avance tecnológico de estos antiguos habitantes.

            Fue un importante enclave de producción agrícola explotado desde sus primeros inicios cuando el hombre supo aprovechar sus tierras fértiles, luego fue aprovechado posteriormente por los incas y en algunos lugares por campesinos de nuestra

CHUJULAY

Es un pequeño y angosto valle dedicado principalmente a la ganadería y la producción de leche. Sus casas residenciales se encuentran distantes unas a otras en donde se dan mejores espacios para cultivar mejor sus terrenos.

Se encuentra en la cabecera o en la parte alta del valle de Quele.

OTORA

El pequeño valle de Otora se encuentra a una hora en movilidad desde el pueblo de Torata. Cuenta con muy poca población de agricultores que actualmente se dedican a la crianza de ganado vacuno, ovino, caprino y aves de corral. Las extensas laderas de los cerros que lo circundan les facilitan cultivar sus productos en superficies planas, casi no existen andenerías como en otros valles cercanos, fue muy posible que, por las buenas condiciones de agua que discurren todo el año y el buen  clima sean propicios para el cultivo.

            Las tierras del valle de Otora son de muy buena calidad, en donde se juntan dos ríos afluentes, el Sajena y el Porobaya, que sirven para irrigar las laderas de este valle.

            La importancia del valle de Otora para la historia local y regional es porque este lugar ofrece las condiciones necesarias para la vida social. Una vida social que tiene las características propias que a pesar de estar alejadas y desconocidas por nuestro tiempo, nos permiten reconocer sus logros y sus triunfos desde nuestros antepasados, una experiencia o trabajo acumulado que nos servirá para superar nuestras propias emociones y anhelos para conocer más su historia.

            Es un extenso sitio de ocupación que data desde los primeros pasos del hombre, presentando tres sitios arqueológicos distribuidos en todo su valle.

CERRO OTORA

En esa época construyeron sofisticados sistemas de canales para regar amplias zonas del valle donde fueron aptas para el cultivo de maíz, granos, calabazas, entre otros cultivos andinos que consumían todos sus pobladores y el excedente lo cambiaban con otros productos de otros valles cercanos que eran enviados en caravanas de llamas, utilizaron el trueque como medio de intercambio comercial.

En este sentido la construcción de estas ciudadelas es un indicador de que la producción agrícola de la quebrada fue regulada tanto para la comunidad como para el estado.

            La ciudadela se encuentra defendida por el lado norte y sur  por una pequeña muralla  con una puerta de ingreso en cada lado siendo esta parte la más frágil para el ingreso de cualquier enemigo o peligro que se pudiera suscitar contra la población, en el lado este y oeste el terreno presenta en forma de acantilado que es un defensa natural.

 

Construyeron un canal de regadío que se encuentra en buenas condiciones, que incluso hasta hoy es reutilizado por los agricultores actuales que viven en sus laderas para irrigar también sus terrazas dejadas por estos habitantes.

            Este canal fue muy importante para la vida de estos pobladores porque era vital para su subsistencia y desarrollo para su asentamiento. Este canal cruzaba toda la ciudad de sur a norte en la que sus pobladores adquirían mayor facilidad para obtener agua a diferencia de otras ciudadelas que tenían que caminar largas distancias para conseguirla.

En el otro lado, al este se encuentra un pequeño cerro con habitaciones en la cumbre y en sus laderas terrazas de cultivo.

CERRO COLANA

La vida diaria de estos antiguos habitantes es desconocido hasta el momento por la literatura arqueológica. Una de sus principales características es que se haya ubicado en un área privilegiada que controla el acceso a las dos quebradas que forma al valle de Otora.

            El cerro Colana es un cerro frondoso lleno de caminos, canales, andenerías y en la parte alta se encuentra una ciudadela en donde moraban sus habitantes, su principal actividad fue la agricultura. Se encuentra entre dos quebradas por donde discurren sus aguas que irrigaron sus andenes, por el lado sur se encuentra Porobaya y por el norte el río Sajena.

Para llegar a su cima donde se encuentra la ciudad se toma el camino que sube por la quebrada de Sajena, a la derecha se encuentra una calzada que ingresa al camino real hacia la cumbre. Pasando por una serie de terrazas se llega a la ciudad en donde la encontramos en no muy buenas condiciones por la erosión del tiempo, clima, terremotos y por el no mantenimiento de sus estructuras por el motivo de haber sido abandonada hace muchos años.

El liderazgo habría sido bien organizado por presentar un buen orden en el trabajo de sus andenerías y posiblemente las propiedades de bienes eran colectivas. Sin embargo, la agricultura, demás actividades y el aumento demográfico debieron generar la formación de sectores superiores en la que se encargasen de la adecuada organización de la producción y la distribución de los alimentos.

            En la parte alta existe una bocatoma que recibe las agua de la laguna de Pasto Grande, los pobladores refieren que este canal y camino es una vía que se ha utilizado con anterioridad para conectar poblaciones de la parte baja y llevar sus aguas a la parte alta donde se encuentra la ciudad y los restos de las andenerías.

            En la actualidad, realizando un recorrido por este canal, se puede apreciar una gran concentración de estructuras arquitectónicas de contención realizadas con piedra en lugares donde era imposible que pudiera recorrer el agua.

            De hecho, este canal es utilizado por los agricultores en el presente.

            La necesidad de ampliar terrenos para la agricultura conllevó el impulso de tener un control territorial eficiente, para asegurarse buenas tierras de cultivo y el mejoramiento de las técnicas productivas.

            El posible agotamiento de los suelos y la constante necesidad de rotar los cultivos, así como el permanente aumento en la población, hicieron también indispensable aumentar el ámbito territorial de construir canales y andenerías en los cerros aledaños.

            No presenta murallas defensivas por ser un cerro alto y defendible por contener acantilados muy empinados.

            Se puede llegar allí caminando por lo menos en un tiempo de 40 minutos.

CERRO SAJENA

Para llegar al cerro Yuriguaya se va por el camino de herradura muy antiguo que se encuentra en buenas condiciones, sube por la margen derecha del río Sajena. Después de 3 horas, se llega a la ciudadela que se encuentra en medio de dos quebradas, por el sur baja el río Sajena y por el norte baja una pequeña cantidad de agua, algunos pobladores del lugar lo llaman Chontoco.

Este sitio arqueológico es un de los lugares más misteriosos de Otora por encontrarse entre dos quebradas profundas que en tiempos de lluvia y crecida de los ríos era casi impenetrable, se caracteriza por lo siguiente: Muros, terrazas habitacionales, caminos, escalones y plazas que se extienden a lo largo del recinto.

Esta ciudadela se compone de muchas construcciones de piedras del propio cerro y piedras rodadas de río, donde sobresale un gran edificio denominado por los lugareños como la capilla. Este edificio se caracteriza por encontrarse en buen estado de conservación en la que contiene una puerta de entrada completa al mejor estilo Inca.

            El pequeño recinto posiblemente constituyó un gran palacio hecho para realizar ceremonias de adoración, como pudo haber sido la residencia de algún señorío.

            En los laterales del palacio se encuentran varios recintos cuadrados y rectangulares dependientes a el. También destacan la disposición planificada de extensos conjuntos de construcciones en la parte alta, laterales y paralelos del palacio, constituidos posiblemente por pequeños templos, adoratorios, patios, calles, viviendas y depósitos. Es indudable la debida planificación a pesar de lo inclinado del terreno.

            Por la cantidad de terrazas habitacionales parece haber sido habitada por un máximo de 200 personas, lo que no se puede precisar es cuando fue abandonada por sus habitantes.

POROBAYA

Este pequeño cerro que se encuentra en una angosta quebrada floreció una pequeña población que se dedicó a la agricultura conjuntamente con los cerros aledaños que se encuentran contiguos a su alrededor.

            En la parte central de este cerro se encuentra una plaza donde posiblemente realizaban ceremonias alusivas a las lluvias y a las cosechas para que no les falte el sustento de su supervivencia y de sus animales, ya que esta era fundamental para su alimentación.

 

MIMILAQUE

Mimilaque se encuentra aproximadamente a una hora y media del pueblo de Torata, camino por la carretera a Omate.

            Para llegar a esta pequeña quebrada se pasa por los valles de Quento y Otora, pasando por Sanjune se encuentra una trocha que nos lleva a la parte alta de este pintoresco valle que se caracteriza por la presencia de unos árboles de eucalipto que posiblemente datan desde el siglo antepasado.

            En este lugar existen dos familias que se dedican a la agricultura y a la ganadería, que en su totalidad poseen 20 hectáreas aproximadamente de terreno cultivable.

            Desde este espacio ya se puede observar en las faldas de los cerros las andenerías semidestruidas de los antiguos pobladores que se asentaron en este valle. Siguiendo el camino de herradura que se encuentra en muy buenas condiciones podemos seguir subiendo en donde podemos ir apreciando la cantidad de andenerías, algunas en buen estado de conservación.

            En la parte alta se encuentra una planicie donde se ubican en forma aislada los recintos habitacionales que usaron estos antiguos pobladores. Dentro de un predio se integraron espacios habitacionales que presentan características de diseño de vanguardia ofreciendo siempre comodidad, vista excepcional y privacidad en cada uno de los departamentos del conjunto. El espacio y las construcciones habitacionales se constituyen así con el existente material del lugar es decir con piedra y barro que era el material de dicho lugar.

            Esta es la importancia del valle de Mimilaque para la historia local y regional: un lugar que ofreció las condiciones necesarias para la vida de muchas generaciones de familias que vivieron, trabajaron y produjeron para su sustento de toda una comunidad, una vida social que tuvo características propias que a pesar de estar alejadas de nuestro tiempo, podemos imaginar como sobrevivieron en esta parte con sus costumbres y necesidades, una experiencia acumulada que nos servirá para superar nuestras propias argumentaciones actuales.

            Una de sus principales orígenes es que se haya ubicado en un área privilegiada que controlaba el acceso al valle de Pachas y Tambo por el lado norte, como controlaba uno de los principales caminos de herradura hacia las alturas. De hecho, este camino natural ha sido utilizado durante todas las épocas lo que se hace patente, además del emplazamiento del mismo asentamiento, en la construcción de caminos que se originan en el mismo sitio y que se dirigen hacia el valle de Torata. Incluso, los pobladores de la zona, refieren que este camino es una vía que se ha utilizado por sus antepasados.

            Es un extenso sitio arqueológico lleno de andenerías y uno de las mejores conservadas de este distrito aunque desconocido hasta el momento por la literatura arqueológica.

            Posiblemente este lugar fue abandonado y destruido por la erupción del volcán Huaynaputina que comenzó a botar ceniza y piedra volcánica el 15 de febrero de 1600. Hasta la fecha en el lugar se encuentra cubierto por un manto blanco producto de este fenómeno natural.

PACHAS

Pachas es un afluente del río Tambo cuando discurren sus aguas en épocas de lluvia. En periodos de sequía fluye agua de los puquiales existentes en toda la quebrada.

            En la actualidad existen solo dos familias que cosechan sus agrestes laderas, también en la crianza de ganado y está asentada sobre un pequeño altillo rocoso bañado por ceniza volcánica producto de la erupción del volcán Huaynaputina.

            En su cumbre pudo haber existido una terraza habitacional por sus características existentes y piedras esparcidas por su alrededor. A unos cuantos metros más arriba se encuentra un corral semidestruido y a su alrededor también terrazas habitacionales destruidas por los constantes terremotos acaecidos en este lugar.

            En esta parte se encuentra muy cerca el volcán Huaynaputina, cuando erupcionó en el año 1.600, este territorio fue destruido y luego abandonado por sus habitantes.

 PROGRAMA DE ACTIVIDADES DE TORATA

- 02 de febrero día de la Virgen de la Candelaria

- 01 de mayo Día del Trabajo

- 06 de junio Aniversario de la Villa Heroica de Torata

- 24 de junio Día del Campesino

- 28 de julio Fiestas Patrias

- 14 de septiembre Día del Señor de Locumba C.P Yacango

- 23 de septiembre Día de la Juventud

- Quincena de noviembre Festival del Damasco

- 25 de noviembre Aniversario de la mina de Cuajone y de la ciudad de Moquegua

Resumen

            Esta investigación se realizó en todo el distrito de Torata, una de las más importantes zonas arqueológicas de Moquegua y del país. La prospección permitió ubicar una veintena de sitios arqueológicos en los cuales se consiguieron registrar mediante tomas fotográficas, tales como: terrazas habitacionales y agrícolas, asociadas con acequias, caminos, petroglifos, cuevas, a nivel superficial restos cerámicos, líticos y escenarios naturales. Esta investigación permitió establecer claras diferencias entre el grupo étnico que ocupó este valle, llegando a la conclusión que Torata fue escenario de distintas oleadas poblacionales provenientes de la costa como de la parte alto andina.

            Los primeros pobladores que habitaron estas tierras con una exquisita flora, fauna y rica en minerales con un excelente clima se asentaron en esta zona y se dedicaron a la caza y recolección de semillas, frutos y plantas silvestres. Cuando el hombre aprendió a darse cuenta que enterrando una semilla y luego echándole agua periódicamente vio nacer una planta con frutos que eran comestibles para su alimentación y se dedicaron a la actividad agrícola. Construyeron canales y andenerías para cultivar sus productos que serian utilizados para su alimentación, luego se dieron cuenta que podían domesticar al guanaco y la alpaca como alimento, la vicuña por su lana, la llama para la carga, su estándar de vida se les fue haciendo más útil y sencilla en esta agreste geografía. Usaron  una combinación  de ambas actividades, para lo cual aprovecharon los diferentes pisos altitudinales y microclimas para obtener sus productos que les servían para su sostén diario.

            Su tecnología fue evolucionando mediante su desplazamiento que fue cambiando sus herramientas de piedra por los metales y así crearon nuevas formas de dominar la naturaleza.

            Se fueron agrupando, conformaron comunidades, ciudades hasta formar una potencia  que fue llamada el imperio de los incas.

            Cuando llegaron los españoles fue una desastrosa resistencia por parte de este imperio basado en una ucronía en la que los Incas fueron derrotados insulsamente por un temor y un miedo incomprensible, su territorio era extenso y con miles de habitantes que se dejaron derrotar por un grupo de conquistadores que incluso hicieron desaparecer su cultura y/o toda posibilidad de resistencia. Se establece una relación con Europa más comercial que de dominio absoluto y depredación. La cultura Inca no desaparece, sino que crece y se mezcla con todas las razas que llegan por esta zona y evoluciona adquiriendo ciertos elementos culturales y conocimientos europeos pero manteniendo una identidad, por cierto nuestro folklore y costumbres andinas que aquí en Torata se puede ver, incluso con esta publicación nos daremos a conocer para que el mundo nos admire y que se vea lo que nuestros ancestros hicieron de esta tierra un territorio digno de admirar.

            Esta investigación y exploración me sirvió para leer mucho sobre la cultura de los primeros habitantes que poblaron este territorio con sus petroglifos y sus pinturas rupestres, ciudadelas, canales, caminos, culturas como los estuquiñas, los wari, los tiawanakus, los incas y muchos otros que recorrieron estos cerros y quebradas.

            Su organización social, económica y militar fue primordial para su sostenimiento, lo que deja cantidad de información sobre un pueblo que realmente merece continuar creciendo, avanzando, que seguirá recorriendo por nuestro cuerpo la sangre de nuestros ancestros.

            En la época republicana este pueblo se moderniza, se edifican nuevas construcciones modernas, se construyen puentes, iglesias, calles nuevas, surgen los molinos, hasta cambia la forma de vestir.

            Torata en estos momentos cuenta con alta tecnología de punta y está conectado con todos los rincones del mundo.

            Los que tienen la oportunidad de observar Torata desde la carretera binacional desde el aire o la cumbre de un cerro, no dejen de admirar cómo el hombre supo adecuarse a esta orografía ruda, áspera y accidentada para lograr la subsistencia de toda una comunidad.

BIBLIOGRAFIA

- INC Moquegua

- Museo Contisuyo

- El Santuario Nacional Ampay

  Rainer Hostnig

  Ciro Palomino

- 1 Simposio Nacional de Arte Rupestre Cuzco, Perú – 2004

-  Hermann Zimmer

- Dr. Patryck Ryan Williams

- Dr. Bruce Owen

- Luc Joly

- Magali Pamo Heredia

- Vestigios Arqueológicos de la Provincial de Ilo - Civilizaciones Perdidas

- Datos: Tiwanaku/colonias-árido-poniente.pdf

- Pedro María Argüello García y Diego Martínez Celis

- Plan de desarrollo urbano rural de Torata

- Patricio Bustamante Díaz